¡Hola a todos! Hoy acaba de terminar el verano, ¿nos despedimos de esos maravillosos reflejos dorados que ha dejado el sol en nuestro pelo? ¡No! Con esta entrada de lo único que nos vamos a despedir es del encrespamiento, la aspereza y el pelo estropeado. Así que vamos a dar la bienvenida a un pelo nutrido, fuerte, y con unos preciosos reflejos dorados gracias a un remedio muy natural y asequible.
¿De qué se trata? Vamos a hacer una mascarilla capilar con ingredientes caseros. En concreto, la miel y el limón.
¿Qué promete? Nutrir nuestro cabello. A las rubias, acentuar el color dorado, a las castañas, dotarlas de reflejos dorados, y a las morenas, nutrir en profundidad y dar brillo. Procedimiento: Vamos a mezclar la una cantidad variable de miel dependiendo de la que necesitemos por el largo de nuestro cabello. Añadimos el zumo de medio limón y mezclamos. Si la mezcla se queda muy espesa, podemos diluirla con manzanilla.
Aplicamos a lo largo de todo el pelo, y dejamos actuar, con el pelo recogido por razones de comodidad, un mínimo de cuatro horas. Después procederemos a lavar nuestro cabello como nos sea habitual. Este remedio natural es una alternativa a los productos químicos decolorantes, al igual que tintes. De forma parecida al agua oxigenada, pero de manera infinitamente más respetuosa y suave con nuestro cabello, las enzimas de la miel liberan peróxido de hidrógeno.
La miel tiene grandes propiedades emolientes y reparadoras. Sin olvidar su función de desinfección, especialmente mieles como la de eucalipto. El limón purifica como astrigente, evitando el exceso de sebo en el cuero cabelludo.¡Todo ello sin contar con el magnífico olor de la miel y el limón!
Si sólo se desea nutrir, bastará aplicar la mascarilla una vez cada semana o cada quince días, dependiendo de las necesidades. Para quien busque el aclarado natural, serán necesarias como mínimo dos aplicaciones por semana.
Y vosotras, ¿habéis probado este o un remedio similar? ¿Qué os ha parecido?
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